sábado, 31 de agosto de 2013
8 PRINCIPIOS DE LA TERAPIA NO DIRECTIVA (CONTINUACIÓN)
5. Conservando el respeto hacia el niño:
“Es
responsabilidad del niño decidir y realizar cambios.”
La terapia se centra en el niño cuando él
mismo decide hacer cambios. A través del juego, el niño, adquiere confianza en
si mismo y autorrespeto. Es la hora de su juego, nadie lo dirige. Tiene la oportunidad de seleccionar cualquier
juguete que desee. El niño se enfrenta al reto de valerse por sí mismo. La actitud del terapeuta es amigable,
tranquila, interesada y neutral.
6. El niño guía el camino:
“El
terapeuta no dirige las acciones ni conversación, el niño conduce lo que desea
jugar y expresar.”
Durante el juego del niño, el terapeuta:
·
Elimina alabanzas
·
No critica acciones.
·
No realiza sugerencias
·
Brinda ayuda si se la solicita el niño.
·
Es espejo para que el niño pueda verse tal como es.
7. La terapia no debe ser apresurada:
“El
proceso de la terapia es gradual, no se debe apresurar el curso de la expresión
y juego del niño.” El niño estará en disposición para expresar
sus sentimientos en presencia del terapeuta, no se le debe forzar ni
apresurarle. Requiere de paciencia y comprensión, ya que algunos niños pueden
ser lentos para utilizar la hora, están ganando la disposición necesaria para
poderse expresar.
8. El valor de las limitaciones:
“Importantes
para la protección del niño.”
·
Los materiales de juego no pueden ser destruidos.
·
La habitación no se puede averiar.
·
No se puede atacar al terapeuta.
·
Limitaciones para la protección del niño.
El
éxito de la terapia está basada en la liberación de sentimientos. La
experiencia puede ser analizada objetivamente para que tanto el terapeuta como
el niño acepten este comportamiento verbal y simbólico.
8 PRINCIPIOS DE LA TERAPIA NO DIRECTIVA
1.
Estableciendo la relación:
El terapeuta establece una relación amigable
con el niño, la cual ayuda a establecer una armonía con el niño.
Debe de crear un ambiente de total aceptación,
debe de aceptar al niño tal y como es.
Reconocer los sentimientos que el niño experimenta a través del juego.
2. Aceptando al niño como individuo:
El terapeuta acepta al niño tal como es.
El terapeuta lleva una relación tranquila,
SEGURA y amigable con el niño. Debe de evitar dar cualquier muestra de
impaciencia, aburrimiento, irritación, no hacer ninguna crítica o reproche al
niño.
También deben de evitarse los halagos a
acciones o palabras, por otro lado el
terapeuta debe de conservar una actitud accesible, abierta a todas las cosas
que el niño hace o dice.
La total aceptación del niño representa un
ÉXITO en la terapia.
3. Estableciendo un sentimiento de
permisividad:
El terapeuta crea un sentimiento de actitud
permisiva con el niño, de tal forma que el niño se sienta libre de expresar
sentimientos.
Esta permisividad es percibida por el niño por
medio de las expresiones faciales, el tono de voz y las acciones del terapeuta.
Cuando el niño se siente tan ilimitadamente
aceptado por el terapeuta da salida a sus impulsos más agresivos y
destructivos. Llora, grita, vierte agua en el piso, juega como quiere, tira
juguetes, etc., así libera sus tensiones y se relaja emocionalmente.
4. Reconocimiento y reflexión de sentimientos:
domingo, 25 de agosto de 2013
DIBS en busca del yo
Axline (1964) “Sucede, a menudo, que un niño no
es aceptado para la terapia si los padres rehúsan a participar y obtener ayuda
para ellos mismos. Nadie sabe cuántos niños son rechazados por esta
circunstancia; muchas veces resulta positivo que los padres asistan y cooperen
en la solución de los problemas concomitantes; pero también es verdad que
muchos padres acceden a la terapia y luego se resisten tanto, que se logra muy
poco. Si no están dispuestos para una experiencia de tal índole, no se mejora
gran cosa; la postura de defensa de una persona que se siente amenazada puede
constituir una barrera insuperable. Afortunadamente para Dibs, sus padres tenían
suficiente sensibilidad hacia su hijo aun para cambiar respecto a la comprensión
y el evalúo de los adelantos realizados por el niño.”
“No solo estaba Dibs encontrándose a sí mismo;
sus propios padres estaban pasando por la misma experiencia.”
Este libro relata una historia real y
conmovedora de un niño que, sujeto a terapia lleva a cabo una lucha por la propia
identidad y resulta triunfante.
¿Qué es el juego para un niño?
Querido
apretado y ocupado mundo, por favor déjame en paz,
Necesito
jugar por mi futuro…Es mi trabajo para así poder crecer.
El juego
es mi alimento, es igual a comer frutas y vegetales y a respirar aire fresco cada
día.
Jugar me ayuda a ser seguro,
confiado, paciente, compasivo, a ser líder, a trabajar en equipo, a ser humano,
un buen ciudadano, a contribuir, a ser visionario.
El juego
es la forma en que aprendo a conectar,
volar y as ser YO.
Dame
tiempo, espacio y libertad fuera de las reglas y la estructura… déjame pintar afuera de las líneas.
Si
alguien priva mi juego… algo dentro de mi muere.
Te
necesito para que me dejes JUGAR.
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