5. Conservando el respeto hacia el niño:
“Es
responsabilidad del niño decidir y realizar cambios.”
La terapia se centra en el niño cuando él
mismo decide hacer cambios. A través del juego, el niño, adquiere confianza en
si mismo y autorrespeto. Es la hora de su juego, nadie lo dirige. Tiene la oportunidad de seleccionar cualquier
juguete que desee. El niño se enfrenta al reto de valerse por sí mismo. La actitud del terapeuta es amigable,
tranquila, interesada y neutral.
6. El niño guía el camino:
“El
terapeuta no dirige las acciones ni conversación, el niño conduce lo que desea
jugar y expresar.”
Durante el juego del niño, el terapeuta:
·
Elimina alabanzas
·
No critica acciones.
·
No realiza sugerencias
·
Brinda ayuda si se la solicita el niño.
·
Es espejo para que el niño pueda verse tal como es.
7. La terapia no debe ser apresurada:
“El
proceso de la terapia es gradual, no se debe apresurar el curso de la expresión
y juego del niño.” El niño estará en disposición para expresar
sus sentimientos en presencia del terapeuta, no se le debe forzar ni
apresurarle. Requiere de paciencia y comprensión, ya que algunos niños pueden
ser lentos para utilizar la hora, están ganando la disposición necesaria para
poderse expresar.
8. El valor de las limitaciones:
“Importantes
para la protección del niño.”
·
Los materiales de juego no pueden ser destruidos.
·
La habitación no se puede averiar.
·
No se puede atacar al terapeuta.
·
Limitaciones para la protección del niño.
El
éxito de la terapia está basada en la liberación de sentimientos. La
experiencia puede ser analizada objetivamente para que tanto el terapeuta como
el niño acepten este comportamiento verbal y simbólico.
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