1.
Estableciendo la relación:
El terapeuta establece una relación amigable
con el niño, la cual ayuda a establecer una armonía con el niño.
Debe de crear un ambiente de total aceptación,
debe de aceptar al niño tal y como es.
Reconocer los sentimientos que el niño experimenta a través del juego.
2. Aceptando al niño como individuo:
El terapeuta acepta al niño tal como es.
El terapeuta lleva una relación tranquila,
SEGURA y amigable con el niño. Debe de evitar dar cualquier muestra de
impaciencia, aburrimiento, irritación, no hacer ninguna crítica o reproche al
niño.
También deben de evitarse los halagos a
acciones o palabras, por otro lado el
terapeuta debe de conservar una actitud accesible, abierta a todas las cosas
que el niño hace o dice.
La total aceptación del niño representa un
ÉXITO en la terapia.
3. Estableciendo un sentimiento de
permisividad:
El terapeuta crea un sentimiento de actitud
permisiva con el niño, de tal forma que el niño se sienta libre de expresar
sentimientos.
Esta permisividad es percibida por el niño por
medio de las expresiones faciales, el tono de voz y las acciones del terapeuta.
Cuando el niño se siente tan ilimitadamente
aceptado por el terapeuta da salida a sus impulsos más agresivos y
destructivos. Llora, grita, vierte agua en el piso, juega como quiere, tira
juguetes, etc., así libera sus tensiones y se relaja emocionalmente.
4. Reconocimiento y reflexión de sentimientos:
No hay comentarios:
Publicar un comentario