A través de la imaginación,
tanto el niño como el adulto establece lazos entre el mundo simbólico y ellos,
y luego interiorizan sus significados.
1. No son amenazantes
2. Son seductoras
3. Estimulan la
independencia, pues el individuo debe de captar por sí mismo el sentido del
mensaje y debe de sacar sus conclusiones o realizar las acciones correspondientes.
4. Pueden ser
utilizadas para vencer la natural resistencia al cambio.
5. Pueden servir para
controlar las relaciones
6. Modelan la
flexibilidad
8. Estimulan la
memoria, pues la idea representada por ellas se memoriza mejor y sin esfuerzo.
(Recopilada del libro “Cuentos para crecer y sanar”)
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